Salté la talanquera

Los fanatismos no son buenos, y esto aplica en todo, el deporte, la política, la religión, los modos de vida, mire que cuando nos obnubilamos en algo no aceptamos argumentos ni opiniones de nuestros semejantes, creemos ciegamente que tenemos la razón y nada más.
Lo he vivido en el deporte, en la religión y en la política y puedo y debo admitir que más de una vez anduve equivocado.
Cuando surgió la opción de Chávez para la presidencia en Venezuela la apoyé tímidamente, luego me fui involucrando más y allí coincidí con muchos de mis antiguos compañeros de la universidad, pensé que era una opción real de adecentar al país y lograr más igualdad en él, no escuché ni quise hacerlo la opinión muy válida de una persona muy cercana que me comentó, "... es un asesino".
Estuve al frente de una institución pública y allí intenté sumar voluntades y unir a todos los trabajadores independientemente de su preferencia política. Seguro cometí muchos errores, pero intenté hacerlo bien y ser sincero en todo lo que estuve haciendo.
Salí de allí bastante decepcionado, y unos meses más tarde terminé de caer en cuenta en lo que era el partido político que sustentaba al presidente, el psuv. Un partido a la imagen y semejanza de los peores que pudieran haber existido, un partido clientelar, caudillista, antidemocrático, un partido corrupto.
Porque, ¿cómo es que un oscuro concejal pueda tener las propiedades que ostenta y darse una vida de millonario?
¿Cómo es que un alcalde sea dueño de empresas, medios de comunicación, si apenas unos años antes no tenía nada?
Diputados que tienen todo un aparataje de seguridad y que se dan la gran vida.
Gobernadores que se han apoderado de medio estado.
Eso por el lado de la corrupción.
¿Qué decir de la parte política?, donde el presidente no respeta a sus oponentes y vive ofendiendo a los venezolanos, donde cree que Venezuela es de su propiedad y hace lo que le da la gana sin respetar las leyes ni la constitución.
Donde ha sembrado el odio entre los venezolanos y somos un país totalmente dividido.
No respeta la propiedad privada, cientos de venezolanos se han quedado en la calle y se han suicidado al perder sus pequeñas empresas expropiadas por el gobierno.
¿Por eso me dicen Judas? ¿Por eso soy un traidor? ¿Por eso el disparo con que me hirieron llevaba pólvora adeca?
Bien vale la pregunta acerca de, ¿quién o quienes son los traidores? ¿Quién traicionó a todo un pueblo? ¿Quiénes se han hecho multimillonarios al robarse el dinero de los venezolanos? ¿Quién ha orquestado todo el odio y la violencia en Venezuela?
Soy en parte culpable de todo esto al haber votado y apoyado a este régimen del mal, y por eso en lo que puedo intento enmendar mi error.
Solo espero y pido que pronto tengamos un nuevo amanecer en Venezuela, pero costará trabajo y muchos años cambiar el desastre en que está el país, por eso, los traidores búsquenlos en otra parte, seguro los encontrarán sembrando el odio y destrozando a todo un país.

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