Naturaleza muerta con pistola

No vengo a escribir de expresiones artísticas, no.
Con el título quiero aludir a la reciente información dada por nuestro presidente sobre la fabricación de armamento de guerra. Sobre las fábricas de la muerte.
Vivimos en un país donde los índices de inseguridad son escalofriantes, y por lo visto al gobierno le gustaría incentivarlos poniendo más armamento en la calle, para que sigamos apuntalando sus cifras de miseria y muerte.

Tomado de la página wallpapers-hq.ru

¿Por qué no se construyen más escuelas? ¿Por qué no incentivar el conocimiento? ¿Por qué no garantizar nuestra soberanía alimentaria apalancada por los recursos petroleros?
Porque tenemos un gobierno que vive de la muerte.
Vemos como otros países se diversifican y se ayudan de los adelantos tecnológicos para hacerse competitivos. Vamos viendo como apuntalan sus universidades y su sistema educativo en aras de que sus jóvenes vayan a la par de los mejores del mundo. Pero nosotros no, en Venezuela dimos media vuelta y a la mierda la excelencia. Para qué darle recursos a nuestras universidades, en lugar de eso vamos a asfixiarlas. Vamos a mandarle matones y amendrentarlas para que se dejen de echar vaina. Y vamos, seamos emprendedores de la muerte. Porque si el imperio no termina de invadirnos como nos asegura la conseja cubana, tendremos bastante armamento para matarnos entre nosotros, o mejor, habrá el suficiente como para que la parte gobernante se deshaga de sus incómodos contrincantes.
Me niego a creer que eso es lo que quieren los venezolanos. No puede ser que por una limosna se encadenen a una esclavitud donde la dependencia al gobierno será eterna.
Si no nos quitamos a ese gobierno de la muerte de encima será algo trágico.
No le demos lápices y cuadernos a los niños, para eso están las pistolas, la pólvora.