El país que queremos

También podríamos preguntar por el país que no queremos.
En este caso no vendré a emitir opiniones en plural, pero no me gustaría un país donde la mentira sea la práctica recurrente de nuestros gobernantes, en donde crean que somos unos idiotas que no tenemos el más mínimo nivel de razonamiento.
No quiero un país donde se celebre al corrupto.
No me gusta un país donde a veces es difícil diferenciar al policía del delincuente, y no es que quiera estigmatizar a los policías venezolanos, solo que esas dependencias han sido penetrados por las mafias de delincuentes que se manejan a sus anchas en estas tierras.
Quisiera un país donde la educación sea materia primordial para los gobiernos.
Donde prive la salud, donde la riqueza sea sinónimo de desarrollo y trabajo y no que se utilicen los recursos para alimentar egos y proyectos mesiánicos que solo nos dejan pobreza y miseria.
Quisiera un país sin odios, sin resentimientos.
Quiero un país libre de estos mal llamados revolucionarios que se burlaron de la esperanza de este pueblo.
No quiero un remedo de país.
No más gobernar con mentiras, con excusas.
Porque Chávez miente.