Aguajero

Cuando éramos unos muchachos de seguro cada uno de nosotros se topó en su vida con alguno de esos seres a quienes les decíamos que eran unos aguajeros. Ellos no eran más que aquellos que se creían más fuertes y mejores que todos los demás, pero que cuando los confrontaban terminaban siendo los primeros en correr. Es que detrás de esa fachada se escondía algún cobardes. Es lo que vemos en quienes dirigen el país. El presidente es un simple aguajero. Es seguro que tanta bravuconada, tanto grito destemplado, a la hora de la chiquita como dicen por ahí será el primero en correr. Es lo que nos enseña la maestra vida. Llama traidor y cobarde a todo aquel que ose contradecirlo. Y uno se pregunta, ¿será que no tiene espejo donde mirarse? Pero lo que me da más pena es pensar en todos aquellos amigos y compañeros que creí tenían algo de dignidad y ciertamente da pena ajena mirarlos como borregos mudos y serviles siguiendo este desastre de gobierno. Es que me voy a aquellos años en que compartíamos en la universidad y en otros frentes y no los reconozco. Los han moldeado la corrupción y el dinero fácil.