La diáspora de los venezolanos

Los venezolanos nos estamos yendo de Venezuela. Lo que comenzó como un apartheid político se ha trasladado a otros aspectos que competen al ser humano como es su calidad de vida y el resguardo de su integridad ante la perspectiva de vivir en ciudades que se han convertido en cárceles por los altos índices de inseguridad que cubre a todo el país.
Los profesionales venezolanos deben estar entre los peor pagados del mundo. Allí está una de las razones del por qué muchos se van de Venezuela buscando mejores oportunidades. Asimismo las condiciones laborales han ido ahogando los beneficios que otrora se habían conseguido y que en los actuales momentos se escurren de nuestras manos.
Por el lado económico se hace cuesta arriba aspirar a vivir decentemente con los salarios que se devengan. El querer aspirar a tener vivienda propia es prácticamente imposible. La inflación devora cualquier proyecto de ahorro y el bolívar como moneda nunca termina de caer en su valor, convirtiéndose en una depreciación eterna. El refugiarse en otras monedas es imposible por la política monetaria del gobierno. La mayoría de los venezolanos nunca ha visto un dólar, y no se entiende cómo un país con tan altos ingresos esté en tan precaria situación económica.
Estados Unidos, Colombia, Panamá, España y algunos países árabes se han beneficiado con la gran cantidad de profesionales venezolanos que han emigrado buscando nuevos horizontes, se está yendo gente valiosa, y no se hace nada para evitarlo.
Mientras más tiempo pase, el costo a pagar por recuperar al país será más alto, y quizá muchos ya no regresen.
De ellos sólo nos quedarán sus recuerdos, y sus momentos.