La nueva pdvsa

La roja rojita, la revolucionaria. La que esconde sus deficiencias y errores, la que ha multiplicado su deuda de manera exhorbitante para complacer los caprichos del máximo líder, esa es la pdvsa que vemos como poco a poco se va hundiendo entre la mediocridad y la politiquería.
Ya hace una semana que ocurrió un derrame de crudo en el río guarapiche, en Maturín, ciudad del oriente de Venezuela. Además del daño ecológico que esto conlleva, está el detalle que este río surte a la ciudad de agua para el consumo humano, también hay que destacar que este es uno de los ríos más importantes de Venezuela, pero la falta de mantenimiento a los equipos y la nula planificación conlleva a todo esto, a que ocurran a menudo estos imprevistos que si son aliñados con lo que mencionaba anteriormente son sucesos totalmente predecibles.

Es lo mismo que pasa con el Criogénico de Jose y las plantas termoeléctricas. Ya es rutina enterarse de incendios y explosiones en sus instalaciones por la falta de previsión. Por el mismo lado las políticas de seguridad industrial pareciera que se habrán ido de paseo porque los accidentes laborales  es la regla mas no la excepción.
En el ámbito de la exploración y perforación de nuevos pozos las cosas no pintan mejor. Hace apenas un mes se incendió un taladro, el CPV 15 y eso prácticamente fue secreto de estado. Los medios de comunicación, con muy escasas excepciones dieron cuenta del hecho. También es común enterarse de equipos parados por falta de lodo o fluido de perforación porque dicho fluido está siendo usado en otro equipo.
En fin, esta nueva pdvsa marcha a la par de la Venezuela revolucionaria que nos quieren vender y que ha devenido en un fraude y expolio al país.
Ya vendrán las acusaciones de sabotajes y a las distintas excusas a que nos tienen acostumbrados, ese es su normal proceder.