El Principito

Entre las obras de la literatura que una y otra vez caminan conmigo está El Principito, de Antoine de Saint Exupéry. De allí podríamos sacar frases memorables de tan sencillas como ingeniosas. Una de las que me gusta mucho es la que cito a continuación...

"Y el Principito lanzó una graciosa carcajada que me irritó mucho. Me gusta que mis desgracias se tomen en serio."


Debe ser porque a veces acostumbro a darle a algunas cosas de mi vida todo un aspecto ceremonial y de importancia, y entonces voy y encuentro esta frase en ese libro que para muchos quizá sea infantil.
Los niños que hemos sido de seguro han caminado diversos senderos. Algunos habremos tenido más privaciones que otros. Pero el tesoro que tuvimos en nuestras manos fue eso, nuestra niñez, la inocencia y sencillez de nuestros primeros años de vida.
Ya de adultos venimos y lo complicamos todo.
Por ejemplo ando siempre reprochando por lo que esperaba e imaginaba y no se da. Reclamando todo y por todo cuando las cosas no salen como quería.
Me gustaría tomarme la vida con más sencillez, revivir a ese niño que una vez fui.
Por los niños que fuimos, no debemos olvidarnos de nuestros niños de ahora.
Y no importa en el planeta que vivamos, y si somos de algún color u otro.
Reconciliémonos con la vida.
No escuchemos a los resentidos, a los que respiran odio. Solo tenemos que luchar por ser cada día mejores seres humanos.
Y después, de seguro nuestras cosas importantes, nuestras desgracias, no serán tales, solo tenemos que mirarlas con los ojos del niño que fuimos.